En las redes sociales es muy común encontrarse con personas muy sensibles que se dicen muy preocupadas por los problemas que aquejan a los demás, y hasta se muestran indignadas y comprometidas en ayudar a estos desafortunados.
Infinidad de
textos, imágenes y videos circulan en las redes sociales, niños siendo
golpeados, maltrato animal, policías ejerciendo abuso de poder, vendedores
ambulantes siendo despojados con violencia de sus mercaderías, mujeres
maltratadas, extranjeros que no tienen que comer, la lista es interminable…
Pero ¿qué es lo
que nos hace sacar enseguida el celular para grabar, tomar fotografías o
responder un post, en vez de pedir ayuda o intervenir para evitar la situación?
muy simple… el DESEO de generar contenido para nuestras redes sociales
(obviamente desde la tranquilidad del celular, tablet, laptop o PC).
Pero este deseo
incontrolable no es lo único que nos deja en claro que de sensibles,
preocupados o comprometidos no tenemos nada, pero al parecer si nos deja muy INDIGNADOS.
Estamos reemplazando la sensibilidad humana por
una extraña forma de indignación social, comentarios ofensivos, con
resentimiento y hasta odio, es lo que abunda en las distintas redes sociales
que, si bien en un inicio, nos servían para hacer amigos, estar en contacto con
nuestros familiares e incluso como herramienta de trabajo, hoy son usadas de
forma INDIGNANTE.