a pesar de mi...


Que si nació hoy, que si nació ayer… que si nació aquí, que si nació allá… que si murió a los 33, que si murió a los 36... que cuántos panes, que cuantos peces… que si eran reyes, que si eran magos… que si tenía hermanos, que si no tenía… que cuantos azotes, que cuantos clavos... que dónde está, que cuándo vuelve… Yo lo único que sé es que:

A mí me tomó de la mano cuando más lo necesitaba. Me enseñó a sonreír y agradecer por las pequeñas cosas. Me enseñó a llorar con fuerzas y a soltar y dejar ir. Me enseñó a despertarme saludando al sol y a acostarme con la mente tranquila. Me enseñó a abrazar a todos y a abrazarme a mí. Me enseñó mucho… me enseñó todo.

Me enseñó a amarme con ganas. A querer a quien está al lado y a darle la mano. Me enseñó que él siempre me está hablando en lo cotidiano, en lo sencillo, a manera de mensajes y que, para escucharlo, tengo que tener abierto el corazón.

Me enseñó que un gracias o un perdón pueden cambiarlo todo. Me enseñó que la fuerza más grande es el amor y que lo contrario al amor es el miedo.

Me enseñó cuánto me ama él a través de lo que yo amo a mi hijo. Me enseñó que los milagros sí existen. Me enseñó que, si yo no perdono, soy yo quien se queda prisionero y que para perdonar primero tengo que perdonarme.

Me enseñó que no siempre se recibe bien por bien, pero que hay que actuar bien a pesar de todo. Me enseñó a confiar en mí y a levantar la voz frente a la injusticia. Me enseñó a buscarlo adentro y no afuera.

Me dejó que me alejara, sin enojarse. Me dejó que saliera a conocer la vida. Me dejó equivocarme y aprender. Y siguió cuidándome y esperándome.

Me enseñó que solo vengo por un tiempo y solo ocupo un lugar pequeño y solo me pidió que sea feliz y viva en paz, que me esfuerce cada día en ser mejor y en compartir su luz conociendo mi sombra; solo me pidió que disfrute, que ría, que valore y que DIOS siempre va a estar conmigo. Que, aunque dude y tenga miedo, confíe, ya que esa es la fe: confiar en Él a pesar de mi…

Indignante...


En las redes sociales es muy común encontrarse con personas muy sensibles que se dicen muy preocupadas por los problemas que aquejan a los demás, y hasta se muestran indignadas y comprometidas en ayudar a estos desafortunados.

Infinidad de textos, imágenes y videos circulan en las redes sociales, niños siendo golpeados, maltrato animal, policías ejerciendo abuso de poder, vendedores ambulantes siendo despojados con violencia de sus mercaderías, mujeres maltratadas, extranjeros que no tienen que comer, la lista es interminable…

Pero ¿qué es lo que nos hace sacar enseguida el celular para grabar, tomar fotografías o responder un post, en vez de pedir ayuda o intervenir para evitar la situación? muy simple… el DESEO de generar contenido para nuestras redes sociales (obviamente desde la tranquilidad del celular, tablet, laptop o PC).

Pero este deseo incontrolable no es lo único que nos deja en claro que de sensibles, preocupados o comprometidos no tenemos nada, pero al parecer si nos deja muy INDIGNADOS.

Estamos reemplazando la sensibilidad humana por una extraña forma de indignación social, comentarios ofensivos, con resentimiento y hasta odio, es lo que abunda en las distintas redes sociales que, si bien en un inicio, nos servían para hacer amigos, estar en contacto con nuestros familiares e incluso como herramienta de trabajo, hoy son usadas de forma INDIGNANTE.

...a sí mismo.

Hay un ritmo natural en todas las cosas, y este no necesariamente tiene la velocidad que deseamos. La realización de las metas que nos proponemos necesita un cambio de energía. El cambio de energía frecuentemente lleva más tiempo de lo que esperamos o deseamos para eso. De hecho, el cambio de energía es nada más que nosotros mismos cambiando.

El tiempo que lleva cumplir nuestras metas es el tiempo que lleva cambiar nuestra conciencia de tal modo que la realidad deseada pueda entrar a la realidad actual. Por lo tanto, si queremos acelerar las cosas, enfoquémonos en nosotros mismos, y no tanto en la realidad. Con frecuencia necesitamos liberar nuestras metas para abrirse a recibirlas.

Esto suena paradójico, pero en realidad, solo estoy diciendo que necesitamos aceptar completamente nuestra realidad actual, antes de poder avanzar a una nueva. Si no aceptamos nuestra realidad actual, y nos agarramos de nuestras metas de un modo tenso, no nos estamos moviendo hacia delante. Nada dejará nuestra realidad a menos que antes no lo aceptemos y lo amemos. 

Amar es igual a “dejar en libertad”. A menos que con amor abracemos nuestra realidad actual y la aceptemos como una creación nuestra, ésta no podrá dejarnos, porque estaríamos negando parte de nosotros mismos. Estaríamos diciéndole “no” a la parte de nosotros mismos que ha creado esa realidad para nosotros. 

No podemos desear estar en una nueva realidad empujando partes indeseadas de nosotros mismos. Todos quisiéramos cortar esta parte indeseada de nosotros y movernos hacia delante. Pero no podemos crear una nueva realidad mejor y más amorosa desde el odio a sí mismo.

Carlos Zubiate

Oveja negra...


Las llamadas “Ovejas Negras” de la familia son, en realidad, buscadores natos de caminos de liberación para el árbol genealógico.

Aquellos miembros del árbol que no se adaptan a las normas o tradiciones del “Sistema Familiar”, aquellos que desde pequeños buscaban constantemente revolucionar las creencias, yendo en contravía de los caminos marcados por las tradiciones familiares.

Aquellos criticados, juzgados e incluso rechazados, esos, por lo general, son los llamados a liberar el árbol genealógico de historias repetitivas que frustran a generaciones enteras.

Las ovejas negras, las que no se adaptan, las que gritan rebeldía… reparan, desintoxican y crean una nueva y florecida rama.

Incontables deseos reprimidos, sueños no realizados, talentos frustrados de nuestros ancestros se manifiestan en su rebeldía buscando realizarse. 

El árbol genealógico, por inercia, querrá seguir manteniendo el curso castrador y tóxico de su tronco, lo cual hace de su tarea una labor difícil y conflictiva.

Que nadie te haga dudar, cuida tu 'rareza' como la flor más preciada de tu árbol... eres el sueño realizado de todos tus ancestros.

Bert Hellinger
(Constelaciones Familiares – Terapia Psicológica Familiar)

Ya sabes…


En la vida me he dado cuenta, que siempre hay personas que  te enseñan, maestros, guías, amigos, familiares, etc.

Pero…

Hay personas que no saben y no saben que no saben… son tan inocentes como los niños y creo que debemos comprenderlas, ayudarlas y animarlas a aprender.

Hay personas que no saben y si saben que no saben… tienen ganas de aprender, si puedes enséñales.

Están las personas que no saben pero creen que saben… estas personas son peligrosas, evítalas.

Luego están las personas que saben pero no saben que saben… están como dormidas, intenta despertarlas.

Y están los que saben y saben que saben… pero no sigas sus pasos, porque como saben que saben, no dejaran que los sigas… pero escucha bien lo que dicen porque podrían decirte algo que te recuerde lo que YA SABES.

Carlos Zubiate