Reparando...


Estoy aquí, con el teclado bajo las manos, con la intención de escribir algo para compartir con Uds. tratando de ordenar ideas y encontrar algún tema que pueda resultar interesante o al menos que aporte algo, y reflexionando un poco sobre mi tema anterior donde hablo del libre albedrio y de que si bien tenemos la capacidad de decidir que hacer o no, también comentaba que hay ciertas “cosas” que como que no está en nuestra decisión hacer.

Esto último me ha llevado a darme cuenta, que muchas veces, una de esas cosas que sentimos que no está en nuestras manos decidir, es el Perdón, creo que todos hemos sentido que el pedir perdón o el perdonar, es algo que escapa de nuestra voluntad, de nuestra decisión e incluso de nuestra capacidad, debe ser por eso que se dicen cosas como... Yo olvido pero no perdono, Te puedo disculpar pero nunca perdonar, Solo Dios perdona yo no, etc. 

La primera pregunta que se me viene a la mente es… ¿qué es más fácil, pedir perdón o perdonar? Sé que en este punto habrá opiniones encontradas, porque en ciertas ocasiones se nos hace muy difícil pedir perdón y en otras es muy difícil perdonar, y sin entrar en ejemplos ni en detalles, creo que según lo que hayamos vivido cada uno, coincidimos que el pedir perdón o perdonar, en ocasiones no es cosa tan simple.

La siguiente pregunta que me viene es… ¿todo se puede perdonar, o hay cosas imperdonables? Sé que en este punto habrá también diferentes opiniones, desde las más simples, como el famoso “ya fue” hasta el radical “nunca te voy a perdonar eso que me hiciste”, dependiendo del grado de la "ofensa".

En lo personal pienso que alguien que en verdad y de modo sincero pide perdón no puede dejar de ser perdonado, y de la misma forma alguien a quien se le pide perdón no puede dejar de perdonar.
Sé que dirás… pero eso no es así, mas de una vez he querido pedir perdón y no he podido, o yo he pedido perdón y no me han querido perdonar y ese ya no es mi problema, o más de una vez he querido perdonar pero no puedo, etc. y es aquí justamente donde pienso que está el problema, no sabemos pedir o dar perdón.

Creo entonces que debemos partir de la premisa de que todos sabemos que el "mantener viva una ofensa" es por demás de nocivo para ambas partes y que toda persona busca en el fondo que el conflicto termine, que a nadie le hace bien mantener rencor, odios, o pensar que con decirle "sambacanuta" o amenazar a alguien que te las va a pagar en esta o en la "próxima vida", va a solucionar algo, a menos que creas que aun estamos en los tiempos de retar a alguien diciéndole “te espero con sus padrinos” para lavar tu honor a balazos o a espadazos.

El punto es que cuando sentimos que no podemos pedir perdón o no podemos perdonar, es porque creemos que debemos mantener nuestra “bronca” con esa o esas otras personas y eso no es más que orgullo y un deseo de ser “fiel” con uno mismo y no “traicionarse” a uno mismo, perdonando lo que en un momento juzgamos como imperdonable.

Ya para este momento te habrás dado cuenta que el problema es como juzgas las cosas, que en verdad nada sucede afuera que todo está en tu mente y en la manera como interpretas cada cosa que sucede en tu vida.

Pero sé que también dirás… pero si se me ofendió, si se me hiso daño, me dolió lo que me hicieron, y no pretendo decir que no, por supuesto que se te ofendió, que se te hiso daño y que dolió, pero ¿tú no lo has hecho también en otro tiempo, en otro lugar o a otros? consciente o inconsciente, y esto es porque el pedir perdón como el perdonar es tan humano como los errores que cometemos, y por eso sostengo que tanto como el que pide perdón como al que se le pide perdón no pueden dejar de ser perdonados o perdonar.

El problema es que no sabemos pedir perdón ni tampoco dar perdón, confundimos el perdón con las disculpas,  nos pasamos la vida pidiendo disculpas y disculpando, la diferencia está en que las disculpas, pretenden disolver la culpa (por eso se llama dis-culpa) y eso es un acto mental, un recurso de la mente, una idea planeada para no sentirnos tan mal con lo que hicimos a otros, y de igual forma nos pasamos la vida otorgando a otros disculpas porque de la misma forma, también es un recurso de la mente para no sentirnos tan culpables por los “odios” que sentimos por otros.

Por el contrario el perdón no es de la mente, no es una idea, ni mucho menos un acto planeado, es simplemente un sentimiento, es algo natural en el ser humano, con eso nacemos, solo tienes que ver a los niños, ellos nunca disculpan, ellos siempre perdonan.

Las disculpas siempre van acompañadas de excusas y justificaciones, es por eso que cuando alguien viene a pedirte perdón diciendo… “perdóname, yo no sabía el daño que te hacía, no fue mi intención” aunque en esas palabras te diga “perdóname”, en realidad no lo está haciendo, solo quiere disculparse, no le interesa lo que tu sentiste o lo que aun sientes, solo le interesa lo que él o ella siente, o sea está pensando en su propia culpa, y de la misma manera funciona cuando eres tu el que pide disculpas.

Sin embargo el perdón es un sentimiento que viene acompañado del arrepentimiento y entiende bien que el arrepentimiento no tiene nada que ver con la culpa, tiene que ver más con el cambio, cuando nos sentimos arrepentidos de algo que hicimos nos sobreviene una sensación de querer cambiar la situación, de querer arreglar el asunto, de querer "reparar la cosa", no cambiar, ni arreglar, ni reparar lo que hicimos, porque eso es imposible, pero se genera un cambio en nosotros, vemos lo que hicimos como si fuera otra persona y eso es porque ha habido un cambio en ti y ya no te identificas con esa versión tuya anterior que cometió el agravio.

Es por eso que cuando alguien viene a pedir verdaderamente perdón, ese perdón viene con el arrepentimiento de lo que hizo y con el deseo de repararlo, no viene con disculpas, viene con el deseo firme de reparar el daño que hizo, al margen de que eso sea posible o no. Es decir no siente culpa, siente responsabilidad y como dije antes de la misma manera funciona cuando eres tu el que pide verdaderamente perdón.

Es por eso que cuando quieras pedir "disculpas" se primero responsable de lo que hiciste y luego de que esa responsabilidad genere un cambio en ti, entonces podrás pedir perdón y sabrás que hacer y como reparar lo que hiciste (lo creas o no).

Cuando las cosas son de esta forma serás perdonado y darás perdón, lo quieras o no, porque en ese cambio que se genera en ti, al hacerte responsable tanto por lo que hiciste como por lo que te hicieron, junto con tu deseo de repararlo, traerá consigo la aceptación de ti mismo y habrás logrado descubrir porque tuviste que pasar por toda esa experiencia, para aprender a perdonarte a ti mismo.

Carlos Zubiate