Mientras dure...

Al principio había una GRAN LUZ y esta gran luz se sabía inmensa, hermosa y tenía todo el conocimiento, pero esto último hacia que supiese que aunque tuviera todo el conocimiento, eso no era suficiente para experimentarse en su total plenitud, pues es claro que ningún conocimiento puede darnos aquello que la experiencia nos da.

Para completar su perfección, y ya que la perfección era su naturaleza, ideo la forma de poder experimentarse a sí misma en esa total plenitud propia de sí misma, decidió entonces dividirse en cientos y miles de luces y de esa forma poder a través de cada pequeña luz vivir la experiencia de cada una de ellas que era la suya propia.

Solo considero dos cosas para este perfecto plan, primero cada luz tendría la libertad de existir como deseara hacerlo y segundo al final de todo cada luz volvería a su origen pues es obvio que al partir de ella todas eran ella misma.

De esta forma las pequeñas luces comenzaron a existir y la GRAN LUZ se maravillaba con la existencia de cada una de ellas y de la forma en que estás lo hacían, haciendo con cada una de sus experiencias mas y mas perfecta a la gran luz, pues al permitirles existir como ellas quisieran hacerlo la GRAN LUZ no juzgaba ninguna experiencia, más por el contrario, toda experiencia vivida por ellas completaba su propia experiencia.

Así, la GRAN LUZ se dedico a crear más y más luces en un eterno ir y venir a ella, y las pequeñas luces se dedicaron a existir por y con cada una de sus experiencias y de esa forma nació la creación más grande jamás hecha, nació la VIDA.

Pero de entre toda esa incontable cantidad de luces apareció una pequeña luz que obviamente se sabía luz, se sabía hermosa y bella, pero esta luz comenzó a sentir la necesidad de experimentarse por completo, pues al verse rodeada de muchas como ella, no podía evitar sentirse como una vela en el sol.

Así que decidió hablar con la GRAN LUZ, y decirle cual era su inquietud, fue a su presencia y le dijo –Padre, sé que soy luz pero siento la necesidad de experimentarme a mi misma y sentir eso que sé que soy- La gran luz la miro y le dijo –alma mía yo sé lo que tú sientes, aun antes de que puedas sentirlo y hay una forma en que puedes lograr eso que quieres-

La pequeña luz muy emocionada le dijo –de veras Padre, yo quiero hacerlo para lograr sentir eso que soy- el Padre la miro tiernamente y le dijo –para que puedas lograr tu anhelo deberás separarte de todas nosotras y ser oscuridad- la pequeña luz miro al padre y le pregunto ¿y que es oscuridad? y el Padre respondió –oscuridad es eso que tú no eres- y la pequeña luz lo entendió.

Luego de escuchar esto, la pequeña luz comenzó a sentir algo extraño en ella, algo que nunca antes había sentido, y le dijo –Padre, estoy sintiendo algo raro en mi, algo que no sé que es y no puedo explicarlo- el Padre la miro y le dijo –sé que es lo que sientes alma mía, eso se llama temor, pero no temas yo soy tu Padre-Madre y siempre estaré contigo-

Así, la pequeña luz comenzó su viaje por la oscuridad con el deseo de conocerse a plenitud a través de esa experiencia, y en lo más oscuro de su viajar en el momento más negro de su experiencia, cuando había perdido todo camino, alzo su voz al cielo y dijo, lo que todas las almas dicen en esa profunda oscuridad –PADRE… PORQUE ME HAS ABANDONADO- fue entonces que recordó la promesa del Padre y con eso recordó también lo que era y se dijo –SOY LUZ-.

Así pues, se luz en tu oscuridad y no la juzgues ni la maldigas, y no olvides quien eres mientras dure tu camino por lo que no eres, mientras dure tu camino del no ser para poder ser, mientras dure TU CAMINO A CASA.