Como dijo el maestro...

Hace algunos días atrás estuve dictando clases explicando la importancia de los clientes, la base de datos, la efectividad de llamadas y otros asuntos importantes del mundo de las ventas y mientras respondía las preguntas que se hacían aquí y allá en relación a esto, alguien con una voz algo tímida pero al mismo tiempo llena de deseo de saber, pregunto –Profesor, que es eso de que A LO QUE TE RESISTES… PERSISTE-

Por unos instantes el silencio se apodero de toda la clase, no estoy seguro si fue porque la pregunta no tenía “nada que ver” con el contexto de lo que “debían aprender” o porque en ese profundo silencio, todos esperaban la respuesta porque “deseaban aprender”.

Me tomo unos instantes más decidirme entre el “ser o no ser” y como se imaginaran, tome a los “clientes”, “la base”, “la efectividad” y “todos esos asuntos importantes”, los metí en el cajón del escritorio y elegí SER.
Mire a los alumnos y me pareció (o al menos eso quiero creer) que esperaban atentos a lo que iba a responder, así que comencé mi explicación diciendo –No puedes resistirte a algo sin que eso implique darle realidad a eso a lo que te estas resistiendo– me miraron con cara de “y eso con que se come” así que me dije “bueno ya abrí la boca, vamos hasta el final”.

Continúe diciendo… el acto de resistirse a una cosa es al mismo tiempo el acto de darle vida, cuando te resistes a algo reconoces que ese algo está ahí, cuanto más te resistas a algo, más real lo harás, sea lo que sea eso a lo que te resistas.

Aquello ante lo cual “abras los ojos” y lo mires “desaparecerá”, es decir dejara de mostrar su “forma ilusoria” osea dejarás de verlo como lo estás viendo hasta ahora, dejarás de verlo como un espejismo, como una ilusión, como algo que solo ves como tú quieres y no como en verdad ES.
Si tú miras algo y lo miras realmente, podrás ver a través de ese algo, podrás verlo más allá de cualquier ilusión o forma que muestre, de esa manera aparecerá ante tus ojos su verdadera realidad, aparecerá su verdadera forma o al menos lo que podríamos llamar su realidad ultima.

Frente a la realidad última de las cosas, nuestras “interpretaciones” ya no tienen ningún sentido y mucho menos ningún poder sobre nosotros, desparecerán los pensamientos ilusorios sobre tal o cual cosa y obviamente desparecerán también esos pensamientos que nos suelen “atormentar” cuando nos empecinamos en interpretar las cosas, veras la verdad y como dijo el maestro… LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.

-¿Pero qué sucede si no puedes dejar de pensar en eso, o no quieres dejar de pensar en eso?- preguntaron en clase… Eso es porque en realidad no quieres dejar de hacerlo, debes desear querer dejar de hacerlo, no hay nada que tengas que conservar en tu realidad si en verdad no lo deseas y en este caso primero deberías de preguntarte porque razón es que no quieres dejar de hacerlo, esto te llevara igual a la realidad última de las cosas.

Escojas la ilusión de las cosas o la realidad última de las cosas, igual vas a recrear una y otra vez en tu vida eso que escojas, de este modo tendrás en tu vida eso que decidas experimentar o eliminar de tu vida eso que ya no quieras experimentar. Pero nunca te resistas a NADA, si piensas que por medio de tu resistencia eliminaras eso que no deseas, PIENSA OTRA VEZ porque lo único que lograras es colocarlo con más fuerza, porque tu pensamiento le da esa fuerza y TODO PENSAMIENTO ES CREADOR.

-¿Incluso si pienso que no quiero algo?- Pregunto la clase… si no lo quieres ¿Por qué piensas en eso?, no le concedas un segundo pensamiento, pero si no puedes dejar de pensar en eso entonces NO TE RESISTAS, en lugar de tratar de resistir a eso mira directamente a eso, sea lo que sea, acepta su realidad como algo que tú creaste y luego decide mantenerlo o no en tú realidad, según desees hacerlo.

Alguien más pregunto –¿entonces debo renunciar a aquello que no deseo…?-  No exactamente –respondí- en realidad no puedes renunciar a nada, pues AQUELLO A LO QUE TE RESISTES PERSISTE, la auténtica renuncia no renuncia a nada, simplemente ELIGE DE FORMA DIFERENTE, se trata de elegir otro "algo", no de alejarse de "algo". No puedes “alejarte” de algo pues te “perseguirá” y volverá una y otra vez, por lo tanto simplemente apártate de ese algo y busca otros caminos que te acerquen a otras cosas, a tu fe, a tu Dios, a tu vida, a ti mismo.

Pero debes saber esto: no existen caminos equivocados, porque en este viaje no puedes “dejar de ir a dónde vas”, y elijas el camino que elijas, siempre elegirás... TU CAMINO A CASA.

Carlos Zubiate