Una de las razones de por qué no nos
sentimos felices, es porque se suele estar confundido a cerca de lo que pensamos
que no está bien en nuestra vida.
Es fácil creer que si tenemos logros de algún
tipo, seremos más felices. Pero en realidad, la felicidad comienza un paso más
atrás, cuando nos damos cuenta de todo lo que ya somos y de todo el potencial
que es necesario reconocer en nosotros. Luego viene la etapa de manifestar eso
en nuestra realidad.
La realidad que vemos con los
ojos es una evidencia de lo que estamos siendo por dentro y cuando
cambiamos el orden, cuando queremos conseguir el efecto antes que la causa, no
es posible lograr nada, o al menos nada bueno.
Esto quiere decir que si queremos
tener resultados en algún aspecto de nuestra vida, primero y antes de
todo, tenemos que sentirlo dentro de nosotros.
Tenemos que saber que ya es nuestro,
que es algo que ya poseemos y que solo nos corresponde dar gracias.
Por eso, cuando queremos
conseguir algo, en realidad no se trata de pedir… se trata de agradecer.
Carlos Zubiate