¿Qué pasa...?

Por lo regular siempre tenemos una meta u objetivo que queremos lograr, y realmente es así, incuso no tenemos miedo de fracasar o de ser rechazado, el camino a la meta parece muy claro, y ocasionalmente irás viendo progresos, pero al darnos a esta tarea muchas veces parece que no hacemos lo suficiente para alcanzarlo y la mayor parte del tiempo nos sentimos estancados y no sabemos porqué.

Esto pasa usualmente con metas de largo plazo que requieren acción intermitente, como por ejemplo perder peso o iniciar un negocio, etc.

Una pregunta que he encontrado útil en estas situaciones es: ¿Qué pasa si logro el éxito? Olvídate de lo que esperas que pase o lo que temes que pase, y más bien concéntrate realmente en lo que ocurrirá.

Entonces, LOGRASTE TU META… ¿Ahora qué? ¿Qué cambió? ¿Qué pasa con eso?

No se trata de dar una respuesta de 5 segundos, como por ejemplo… “Que pasa si pierdo peso... seré delgado”. Siéntate sólo a pensar cómo realmente tu vida cambiaría una vez que hayas logrado tu meta (Sin televisión, Internet, radio, o cualquier otra distracción).

Usualmente hay efectos secundarios de los cuales no estamos conscientes, pero inconscientemente pueden llegar a ser suficientes para evitar que lleguemos a lograr eso que queremos.

Por ejemplo, si pierdes peso, he aquí algunos posibles efectos secundarios: La gente lo va a notar, y va a empezar a comentarlo, mientras otros posiblemente te pidan consejos, podrías pensar que necesitas continuar con un nuevo estilo de vida para mantener tu nuevo peso, podrías necesitar nueva ropa, podrías convertirte en una persona más atractiva y por tanto atraer más encuentros sociales (deseados o no deseados), amigos con sobrepeso podrían sentir algo de envidia, tu familia podría “opinar” sobre tu cambio, te podrías estresar por el hecho de tener que mantener tu nuevo peso que ahora te ha “puesto” ante los ojos de los demás, podrías empezar a preocuparte de  evitar ciertas comidas para mantener tus niveles de nutrientes en el punto de equilibrio… etc.

Es extraño que en una meta sea todo color de rosa. El éxito requiere cambio, y el cambio tiene tanto consecuencias positivas como negativas. Usualmente la gente dice que quiere lograr el éxito en algo, pero la realidad es que lo negativo del asunto supera lo positivo para ellos.

Una buena manera de superar este problema es pensar conscientemente en cuáles son esos aspectos negativos y luego identificarlos uno a uno. Luego de identificarlos, podrías intentar eliminarlos por completo, o simplemente aceptarlos y vivir con ellos.

Es ciertamente útil enfocarse en los aspectos positivos de una meta. Pero no dejes de preguntarte sobre el “lado oscuro” de tus metas y acepta que en ocasiones será inevitable las consecuencias negativas.

A diferencia del miedo al fracaso, o al rechazo, el miedo al éxito puede ser mucho más complicado de detectar, porque por lo regular es inconsciente. Pero el problema en sí no es el miedo al éxito, sino el miedo a los posibles efectos secundarios del éxito.

Recuerda que cuando evitas algo a lo que le temes (consciente o inconscientemente), automáticamente refuerzas el comportamiento de seguir evitándolo. Así que cuando evitas trabajar en una meta, por el hecho de que tienes un miedo oculto, lo único que logras es reforzar el hábito de “evitar”. Preguntarse, “¿Qué pasa si logro el éxito?”, puede ayudar a resolver este problema porque enfoca tu atención consciente en dichos miedos y el miedo tiende a disminuir cuando se le examina de forma directa.

Sé que a muchos no nos gusta la palabra “miedo” con respecto a nuestro propio comportamiento,   sin embargo, nos guste o no, es simplemente MIEDO. Por más que queramos  evitar decir que tenemos miedo, lo tenemos. Todos lo tenemos, nacimos y morimos con miedos de todos los tipos, eso es normal y en vez de evitarlos hay que enfrentarlos.

Por ejemplo, volviendo al ejemplo de perder peso, necesitarás comprar ropa nueva y entonces, si no cuentas con el dinero necesario para comprar ropa nueva, ese seria un problema real, que tendrás que resolver. Un “problema” tan simple como este, puede sabotear tus intentos de avanzar camino al éxito en tus metas, pero cuando analizas la situación conscientemente y encuentras una manera de resolver el problema de antemano, le estás enviando un mensaje a tu mente inconsciente, de que ya cuentas con una manera de solucionar el problema, y que por tanto, no hay nada de que temer.

Ahora, consideremos el lado opuesto… Supongamos que te haces la pregunta: “¿Qué pasa si logro el éxito?” y al considerar todos los posibles efectos secundarios, te das cuenta de que en el fondo no quieres lograr la meta. Es entonces que los aspectos negativos superan en gran medida a los positivos. Es bueno analizar esto, cuando uno se cuestiona con esta pregunta “mágica”, es posible darse cuenta de que en ocasiones no se desea realmente lograr esa meta con todos los posibles efectos secundarios que traería consigo.

Lo que realmente se quiere, puede ser, una transición suave entre el estado actual y el estado deseado, para lo cual los aspectos negativos suponen un cambio muy abrupto. Y no estoy diciendo que se deba dejar de lado la meta sólo porque tiene efectos secundarios negativos, sino que más bien debería replantearse la manera como se quiere llegar a ella, y como serán las cosas una vez alcanzada.

Disminuir el impacto negativo en el logro de metas, puede ayudarte a dejar de procrastinar (aplazar) y a enfocarte realmente en lo que quieres lograr sin miedo al éxito.

Hoy quisiera que te preguntes ¿qué pasa? qué pasa si lo logro, si pierdes peso, si logras tu cita, si ganas el aumento, inicias tu negocio, quedas embarazada, dejas de fumar, ganas más dinero… etc.

Descubre si el miedo al éxito es lo que te detiene y si es así… ¿QUÉ PASA?

Carlos Zubiate